Errores a evitar por Leon XIV. El mapa bien marcado por su antecesor.

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En el presente post se pretende recordar los errores que a lo largo del gobierno de la Iglesia se ha encontrado en tema de cómo llevar la luz a los católicos para crecimiento y salvación de sus almas.

Introducción

El legado de Jorge Bergoglio, conocido como Papa Francisco, ha generado intensos debates dentro de los círculos católicos, particularmente entre los tradicionalistas. El Obispo Donald Sanborn, una figura prominente del sedevacantismo, ofrece un análisis crítico en el Livestream con Bp Sanborn: Legado de Jorge Bergoglio, conducido por Stephen Hiner. Sanborn describe el pontificado de Bergoglio como un “pozo negro de herejía y escándalo”, argumentando que sus acciones y enseñanzas representan una ruptura con la doctrina católica tradicional. Este ensayo, basado en el resumen del livestream, explora las principales críticas de Sanborn, organizadas en tres categorías: desviaciones doctrinales, socavamiento de la autoridad papal y hostilidad hacia la tradición. Además, se aborda la posición sedevacantista de Sanborn y su visión sobre el futuro de la Iglesia. A lo largo del ensayo, se citan directamente las palabras de Sanborn para respaldar los argumentos, conforme a la fuente proporcionada.

Desviaciones Doctrinales: Un Ataque a la Fe Católica

Sanborn identifica varias desviaciones doctrinales en las enseñanzas de Bergoglio, las cuales considera heréticas o cercanas a la apostasía. Una de las más graves es la aparente negación del infierno y la promoción de la aniquilación. Según Sanborn, Bergoglio “niega la existencia del infierno y promueve la idea de la aniquilación”, lo cual califica como “una herejía y un error teológico” porque “va en contra de la sabiduría y la justicia de Dios” y “es escandaloso” al “invitar al pecado” (Sanborn, Livestream). Esta postura, sostiene Sanborn, socava la enseñanza católica sobre el castigo eterno y la responsabilidad moral.

Otro punto crítico es la promoción del naturalismo, particularmente la idea de que la salvación se logra por ser “naturalmente bueno”. Sanborn cita el comentario de Bergoglio a un niño sobre el ateísmo de su padre, interpretándolo como una sugerencia de que las virtudes naturales son suficientes para la salvación. Refuta esto afirmando: “No vamos al cielo por virtudes naturales o por ser naturalmente buenos, vamos al cielo por ser sobrenaturalmente buenos, por amar a Dios sobre todas las cosas, por estar en estado de gracia santificante y guardar sus mandamientos” (Sanborn, Livestream). Esta crítica refleja la preocupación de Sanborn por la minimización de la fe y la gracia sobrenatural.

Sanborn también condena la afirmación de Bergoglio de que “no existe un Dios católico”, considerándola “blasfema” y una forma de “apostasía”. Interpreta esta declaración como una promoción de una religión naturalista donde Dios es un “ser supremo genérico”, no definido por la doctrina católica. Relaciona esto con el ecumenismo modernista de Bergoglio, ejemplificado en su afirmación de que “todas las religiones son un camino a Dios”, lo cual reduce la fe a un “sentimiento interior” (Sanborn, Livestream). Este relativismo religioso, según Sanborn, contradice la exclusividad de la Iglesia Católica como vía de salvación.

La expresión “Godspray”, atribuida a Bergoglio, es otra fuente de controversia. Sanborn la considera “blasfema” e “insultante”, interpretándola como una negación de la única esencia divina y una sugerencia de que existen “tres dioses”, lo cual constituye “apostasía” (Sanborn, Livestream). Esta crítica resalta la percepción de Sanborn de que Bergoglio distorsiona la teología trinitaria fundamental.

En el ámbito moral, Sanborn critica Amoris Laetitia, el documento papal que, según él, “condona” la comunión para los divorciados y vueltos a casar en uniones inválidas. Califica esto como un “sacrilegio” y destaca la nota al pie que sugiere que Dios podría querer que algunas personas permanezcan en concubinato (Sanborn, Livestream). Finalmente, Sanborn sospecha que Bergoglio “muy probablemente no creía en la transubstanciación”, basándose en su “espíritu de herejía” y su falta de reverencia ante el Santísimo Sacramento (Sanborn, Livestream). Estas acusaciones reflejan la percepción de Sanborn de una erosión sistemática de los fundamentos doctrinales católicos.

Socavamiento de la Autoridad y Sacralidad Papales

Sanborn argumenta que Bergoglio ha debilitado la autoridad y sacralidad del papado a través de gestos y declaraciones que rechazan la dignidad del oficio. Por ejemplo, acciones como pagar su propio hotel o visitar al oculista son interpretadas como “teatro” diseñado para presentarse como un “hombre común”. Sanborn sostiene que esta humildad es en realidad “un acto de orgullo” porque “la pompa papal no es por la persona del papa, sino por la gloria de Dios y la autoridad del oficio” (Sanborn, Livestream). Al rechazarla, Bergoglio “arrastra el oficio hacia la persona”, disminuyendo su significado trascendente.

La famosa frase de Bergoglio, “¿Quién soy yo para juzgar?”, es otro punto de crítica. Sanborn argumenta que el papel del papa, como “sacerdote supremo y juez”, es precisamente “definir y aplicar la moralidad”. Compara esta declaración con un juez de la Corte Suprema diciendo “¿Quién soy yo para juzgar?”, lo que considera una abdicación de responsabilidad (Sanborn, Livestream). Esta actitud, según Sanborn, equivale a “aprobar el mal sin meterse en él”.

Sanborn también señala gestos ambiguos que, en su opinión, aprueban el pecado. Menciona ejemplos como el uso de una pulsera LGBTQ, tomarse de la mano con un sacerdote activista LGBTQ o recibir a transexuales y parejas en uniones inválidas en el Vaticano. Aunque no sean declaraciones explícitas, Sanborn argumenta que “las acciones hablan más que las palabras” y constituyen un “engaño” para aprobar “cosas absolutamente pecaminosas” (Sanborn, Livestream). Estos gestos, sostiene, erosionan la autoridad moral del papado.

Hostilidad Hacia los Tradicionalistas

Sanborn afirma que Bergoglio “odiaba absolutamente a los tradicionalistas” y estaba “obsesionado con criticarlos”, utilizando términos despectivos como “hongos”, “conejos” y “rígidos”. Interpreta “rígido” como un término modernista de la década de 1960 dirigido contra quienes rechazan el Concilio Vaticano II (Sanborn, Livestream). Esta hostilidad, según Sanborn, se manifiesta en ataques a las familias tradicionales y a los fieles piadosos. Por ejemplo, critica la etiqueta de “conejos” para las familias numerosas, considerándola “horrible” en un contexto de ataques a la familia y al derecho a la vida (Sanborn, Livestream). También lamenta que Bergoglio “atacara públicamente” a personas piadosas, como un monaguillo, “destruyendo su fe” con comentarios despectivos (Sanborn, Livestream).

El documento Traditionis Custodes, que restringe la Misa Latina tradicional, es descrito por Sanborn como “otra explosión volcánica de odio” hacia la tradición (Sanborn, Livestream). Esta medida, en su opinión, refleja el desprecio de Bergoglio por la liturgia tradicional y los fieles que la valoran.

Ecumenismo y Relativismo en la Misión de la Iglesia

El ecumenismo de Bergoglio es otro foco de crítica. Sanborn considera “ofensiva” su caracterización del proselitismo como “tontería solemne”, argumentando que la misión de la Iglesia, según el mandato de Cristo, es “enseñar a todas las naciones, bautizándolas” (Sanborn, Livestream). El rechazo al proselitismo, en su opinión, refleja un relativismo que niega la unicidad de la Iglesia Católica.

Sanborn también critica el concepto de “acompañamiento” promovido por Bergoglio, interpretándolo como una excusa para “dejar que la gente continúe pecando” sin exigir el abandono del pecado para recibir los sacramentos. Contrasta esto con la aplicación tradicional de la “ley moral” (Sanborn, Livestream). Asimismo, rechaza la interpretación de Bergoglio de la parábola del Buen Pastor, insistiendo en que se refiere a la necesidad de predicar la fe a quienes no la tienen, no a aceptar a todos como parte del mismo rebaño (Sanborn, Livestream).

Otras Controversias

Sanborn aborda varias controversias adicionales. Sobre la pena de muerte, defiende la enseñanza católica tradicional de que el Estado tiene el derecho de aplicarla, calificando el cambio de Bergoglio como una desviación del “magisterio universal” (Sanborn, Livestream). El incidente de la “Pachamama” es descrito como “idolatría” y una “abominación de la desolación en el lugar santo” (Sanborn, Livestream). Finalmente, considera la cesión de reliquias de San Pedro a cismáticos como un “sacrilegio” (Sanborn, Livestream).

La Posición Sedevacantista y el Futuro de la Iglesia

Como sedevacantista, Sanborn sostiene que la sede papal está vacante debido a la herejía de los papas post-Vaticano II. Explica que la jerarquía de la Iglesia, aunque ha caído en herejía, mantiene una “estructura jurídica” que permite la continuidad institucional (Sanborn, Livestream). Justifica las actividades del movimiento tradicional, como celebrar Misas sin autorización formal, mediante el principio de epikeia, que permite interpretar la ley en circunstancias excepcionales porque “la iglesia lo necesita” (Sanborn, Livestream).

Sanborn especula que la situación actual podría ser la “gran apostasía” predicha por San Pablo, donde el clero y los fieles se apartan de la fe, preparando el camino para el Anticristo (Sanborn, Livestream). Sin embargo, mantiene la esperanza en un “milagro” que resulte en la elección de un papa católico que “tire el Vaticano II”, el cual considera “cargado de herejía” (Sanborn, Livestream). Reconoce la fe de los fieles que rezan por este milagro, recordando intervenciones divinas en la historia de la Iglesia, como la de Constantino (Sanborn, Livestream).

Conclusión

El análisis del Obispo Sanborn presenta el legado de Jorge Bergoglio como una amenaza existencial para la fe católica, caracterizado por herejías doctrinales, el debilitamiento de la autoridad papal y una hostilidad abierta hacia la tradición. Desde su perspectiva sedevacantista, la crisis actual refleja una posible “gran apostasía”, pero la estructura jerárquica de la Iglesia y la posibilidad de una intervención divina ofrecen esperanza. Sanborn insiste en que la condena del Vaticano II es esencial para restaurar la fe verdadera. Su crítica, aunque controvertida, subraya la profunda división dentro del catolicismo contemporáneo y el desafío de preservar la tradición en un contexto de cambio. Como él mismo concluye, “la Iglesia Católica debe existir como institución jerárquica hasta el fin de los tiempos, eso es un dogma” (Sanborn, Livestream).

Referencias

Sanborn, D. (s.f.). Livestream con Bp Sanborn: Legado de Jorge Bergoglio. Entrevista con Stephen Hiner.